Los guionistas españoles Aarón Romera y Santiago Tabernero, también profesores del Bootcamp de Alto Rendimiento de Creación de Guiones de Florida Universitària, participaron en el último webinar que ha organizado esta formación intensiva titulado ’Retos del guion de ficción= cómo evoluciona el guion en España y América’.
Ambos profesionales comentaron y analizaron la importancia de un buen guion en series para las plataformas, las nuevas estructuras que nacen de estas series y la manera innovadora en la que actualmente se están creando los guiones.
Aarón Romera, guionista valenciano, ahora viviendo en México desde hace 15 años, creador del blog ‘el inquilino guionista’ y ‘guionnews’, explicaba que es importante tener en cuenta que "el guion de serie sigue bebiendo de la radio telenovela y hay mucho diálogo. Por este motivo, es tan importante enseñar el cine y el guion como dramaturgia, la escritura que necesita de alguien más para poderla transmitir". En este sentido, Romera explicaba que "hay que transmitir la intención comunicativa a través del guion".
Para Tabernero, no es casual que los actores acaben dirigiendo "porque tienen un punto de vista privilegiado para encarnar su personaje y son profesionales que están mucho tiempo en rodaje que analizan mucho los procesos productivos. Con Viggo Mortensen pude experimentar esa sensación cuando dirigí un documental sobre él. Los actores conocen los guiones desde su punto de vista, de su personaje".
En este sentido, Aarón Romera comentaba que "hay muchos guiones que no saben lo que necesita un actor y si no le dan lo que necesita lo va a poner él. Se trata de cuestiones psicologico-existenciales muy necesarias para entender el personaje. Por ese motivo, siempre me planteo qué necesita un actor para entender el personaje= la parte de persona, la parte de rol, y la parte de carácter".
"Los guionistas que actúan intentando reflejar otras historias sin conocer perfectamente al personaje, no avanzan igual. En vez de darle una respuesta de plantilla el personaje generará la solución de manera más natural", valora en esta línea el guionista y director y creador de los formatos televisivos ‘Días de cine’ y ‘Versión Española’ en la 2, Santiago Tabernero.
Con todo, la función del guionista evoluciona a tal velocidad que, seguramente, en unos años los guionistas ni nos llamaremos guionistas. En este mundo "nos enseñamos mucho unos a otros porque las cosas cuestan y son muy lentas", comentaba Aarón Romera.
Santi Tabernero también comentaba que "cada episodio de una serie es una unidad de interés para el espectador, con sus tres -cuatro actos, presentación, nudo y desenlace. La narrativa ha cambiado mucho y hay que plantearse cada secuencia como una unidad narrativa". Pero, además, en cada capítulo el guionista se juega que el espectador siga o no con la serie porque el espectador "tiene delante de él una oferta inabarcable. Por ese motivo, los ejecutivos son conscientes y exigen que sucedan cosas todo el rato".
Tabernero explicaba que cuando escribió el guion en ‘El jardín prohibido’ trabajaba con una editora de guion. Esta profesional "analizaba estructuras y proponía nuevos giros y conflictos. Es una buena analista de material narrativo. Y ella tenía la certeza de que si no pasaban cosas relevantes el espectador se iba". Esta experiencia hizo reflexionar a Tabernero sobre la humildad en el trabajo del guionista. "El guionista que se cree Dios y no permite la entrada de valoraciones exteriores, no llega muy lejos. Hay que ser humildes y trabajar en favor de obras", valoraba el guionista y director.
Para Tabernero "trabajar con esta profesional nos ha obligado a exigirnos más, hacer un planteamiento más exigente. El tiempo que se da el espectador para cambiar de canal son seis segundos. Así que es necesario ese autoanálisis y autocrítica porque el espectador nunca antes había sido tan infiel".
"Con ’Perdidos’ y ’Braking Bad’ me di cuenta de que cada secuencia funciona para mantener al espectador en vilo. El guionista se tiene que plantear cada secuencia para sorprender y generar un giro", analizaba Tabernero.
Aarón Romera explicaba que "a veces la estructura de cine viene dada por los mecanismos de lo que es el cine de la vieja era, cuando los rollos duraban 10 min. Ahora hay una unidad dramática de 10 minutos".
"El taller, la praxis, es la mejor manera de aprender a hacer guiones. La teoría hay que conocerla, pero siempre rehúyo de los cursos teóricos porque esta actividad cambia muy rápido", explicaba Romera.
En esta misma línea, en el Bootcamp de Alto Rendimiento para la Creación de Guiones "cada persona trae su propuesta personal. En la primera parte se da teoría indispensable y luego lo ponemos en práctica. Se va a llegar a la primera versión del primer capítulo. Es importante que el alumno o la alumna tengan ganas de trabajar", comentaba Manuel Martínez, uno de los directores del Bootcamp. Por ello, Aarón Romera consideraba que es necesario que el alumnado del Bootcamp tenga capacidad de trabajo y luego que no se plantee una historia difícil, sino una historia concreta. "Es muy importante que el alumnado sepa que cada trabajo tiene que estar super trabajado. Va a tener un tratamiento ya filmable cuando acabe el bootcamp porque va a pasar tallereado por un equipo que lo va a dejar ya para filmar".
"En talleres y experiencias como esta si el guionista es humilde y se deja ayudar y está con ganas de trabajar, va a tener una madurez poco habitual cuando acabe el bootcamp por el trabajo que lleva detrás y la gente que lo ha tratado", añadía Tabernero. Y es que todo un elenco de profesores profesionales del guion va a estar "cerca de nueve meses con el alumnado y cualquier proyecto puede funcionar si se trabaja y se tiene ganas. Incluso poder incorporar alguno de los proyectos a algún equipo de guionistas", explicaba Marcos Campos, director también del Bootcamp.
